Síntesis


Evolución de la Concepción de LSC

Por: Lizeth Vargas Daza

II 2023

En la actualidad la lengua de señas es considerada como una lengua natural, sin embargo, esto es muy reciente, pues, según los registros históricos la lengua de señas es usada desde la antigüedad, pero no fue hasta después del siglo XVIII que se implementó en el ámbito

educativo de manera limitada (Tovar, 2001), ya que pocos sordos tenían acceso a esta.

Ahora bien, el uso de esta lengua ha estado sujeto a la noción que se tiene de acuerdo al contexto sociocultural, y claramente estas nociones han influenciado las formas de educar a la población sorda y por tanto su desarrollo ha estado supeditado a esta, cabe preguntarse ¿qué cambios ha tenido la educación para la población sorda en el contexto colombiano? El desarrollo de este trabajo se realizará a partir de tres momentos; el primero será un corto recorrido histórico con los acontecimientos más relevantes sobre la educación de las personas Sordas, como segundo de expondrá la importancia de la lengua de señas y por último se mencionará la oferta educativa en boga para la población sorda en Colombia.

La lengua de señas se originó en el instante en que los Sordos lograron reunirse y compartir su uso (Rodríguez y Velásquez, 2000). En la antigüedad se comprendía a la persona sorda como aquella que no lograba desarrollar el habla con normalidad y por ello se manifestaba a través de las señas, sin embargo, la educación para esta población no era de interés, no obstante en el siglo XVI se destaca un personaje, Pedro Ponce de León, reconocido como el primer maestro de sordos, posteriormente se encuentra la influencia de Juan de Pablo Bonet, autor de la obra Reducción de las Letras y Arte para Enseñar a Hablar a los Mudos, considerado el primer libro de señas (Ávila, 2014), la cual fue retomada por L´ Epee, importante figura en la educación de las personas sordas, ya que reconoce la lengua de señas como único vehículo apropiado para la comunicación y el desarrollo del pensamiento, en este sentido, podría afirmarse que concibió la lengua de señas como una lengua propia de las personas Sordas, menester para los procesos educativos de estas, cabe mencionar que dio origen al método francés usado para estructurar la educación de la población sorda en Estados Unidos, gracias a la difusión de este método por parte de Laurent Clerc (Rodríguez y Velásquez, 2000) . Los aportes de estos autores impactaron positivamente la vida de las personas sordas, hasta 1880 cuando el Congreso de Milán toma decisiones que fractura el avance obtenido en cuanto a la educación de las personas sordas, puesto que se toma una radical decisión; la formación de la población sorda debía tener como objetivo de oralizarlos, normalizarlos, porque solo de esta forma podrían ser parte activa de la sociedad. Hito que acarreó varias consecuencias para el desarrollo comunicativo y cognitivo de la comunidad sorda.

Por otra parte, en 1960 el lingüista William Stokoe realizó unos análisis sobre la lengua de señas, a partir de ellos demostró que tenía las mismas funciones y características que cualquier otra lengua, de manera que se empieza a reconocer como una lengua natural con el tiempo, este estudio, entonces contribuye a la legitimación de la lengua de señas. En concordancia con lo anterior, se sustenta que la lengua de señas no es una forma de mímica, no son códigos señalados caseros, y mucho menos son lenguas orales signadas (Tovar, 2001).

Este estudio y los posteriores, generan una nueva concepción de la persona sorda y de la lengua de señas, pues emergen nuevos conceptos como comunidad sorda, y se empieza a hablar de una identidad sorda, de una cultura, con unas formas de interacción propias. Esto implica reconocer que la lengua de señas es el medio por el cual la población sorda genera conocimientos, se comunica y construye la realidad, bajo su propia experiencia, además, según los testimonios de algunos Sordos; manifiestan la importancia de la adquisición temprana de la lengua de señas para el desarrollo cognitivo (Tovar,2001).

Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, la escuela es un escenario potenciador, puesto que es allí en donde se sigue alimentado y complejizando el desarrollo cognitivo, de manera que, se hace necesario que la oferta educativa para la población sorda cumpla con este criterio y responda de forma pertinente a las particularidades de esta población. En Colombia actualmente se plantea una educación Bilingüe- Bicultural, para comprender este concepto Galcerán (1998), lo divide en dos términos; por un lado educación bilingüe, la cual define como aquel sistema de enseñanza que incluye en su formación al menos dos lenguas, siendo una de estas la lengua materna del estudiante, por otro lado el término educación bicultural, este lo interpreta como aquel modelo que además de contar con la diferentes lenguas, integra dos culturas dentro de la escuela, pero con la participación de personas pertenecientes a cada una de estas culturas.

Con base a lo anterior, la oferta educativa Bilingüe-Bicultural surge como una propuesta educativa que tiene como objeto propiciar el desarrollo de las habilidades de los estudiantes dentro de su propia cultura y por medio de esta acercarse a la otra cultura, es importante mencionar que ninguna de las dos culturas debe presentarse de manera preponderante, pues es menester reconocer la historicidad de la persona sorda, y parte de ello implica aceptar que durante siglos los oyentes marcaron una superioridad, desde lo diverso, sobre la población sorda, situación que llevó a querer oralizar a los Sordos, transgredir su identidad, con la intención de rehabilitarlos, visto desde un enfoque clínico. A este respecto, en la actualidad se busca lograr un modelo educativo que contemple la alteridad como elemento básico, porque posibilita reconocer a un otro ajeno, diferente, con una cultura y unas características propias, pero, bajo la igualdad.

Para finalizar, es crucial reflexionar sobre la praxis educativa, puesto que la discapacidad, haciendo hincapié en la auditiva, se mantienen imaginarios, creencias y prácticas que complejizan el proceso de enseñanza- aprendizaje de la población Sorda, pese a todos los avances ya mencionados, siguen existiendo barreras actitudinales que no favorecen la implementación de propuestas educativas óptimas para las personas Sordas.

 

“ … Por qué creemos que la única lengua posible es la nuestra? ¿Por qué pensamos que las únicas comunidades son las nuestras? ¿Por qué pensamos que la única forma de inteligencia es la nuestra? ¿Por qué creemos que la única cultura es la nuestra?” (Carlos Skliar (2007c:11 citado por Burad, 2010, p.5).

 

Bibliografía

Burad, V. (2010). Alteridad sorda. Facultad de Educación Elemental y Especial - Asignatura Ética y Formación Profesional Interpretación en lengua de señas. Tomado de alteridad-sorda.pdf

Galcerán, F. (1998). Bilingüismo y biculturalismo en la educación del niño sordo. Concepto, bases que lo sustentan y tendencias actuales. Tomado de bilingüismo y biculturalismo en la ed del niño sordo.pdf

Peluso, L. (2014). Historia, medicalización y presente. Universidad de la República Facultad de Psicología. Tomado de

https://cultura-sorda.org/wp-content/uploads/2015/05/TESIS-De-Avila-Historia-Medica-2014.pdf

Rodríguez, M. I., & del Pilar Velásquez, R. (2000). Historia y gramática de la lengua de señas. Pedagogía y saberes, (14), 91-104. Tomado de Historia_y_gramatica_de_la_lengua_de_senas.pdf

Tovar, L. (2001). La importancia del estudio de las lenguas de señas. Universidad del Valle. Tomado de Tovar_Importancia_estudio_LS_2001.pdf